Ramón Gómez de la Serna

Las negruras de Rembrandt


Read by Alba


Ha aparecido un experto en Rembrandt que ha penetrado en el secreto de sus fondos oscuros. En esa afición al contraste con el negro e…

Traspaso de los sueños


Read by Alba


De pronto dejó de tener pesadillas y se sintió aliviado, pues habían llegado ya a ser una proyección obsedante …

Yo vi matar a aquella mujer


Read by Alba


En la habitación iluminada de aquel piso vi matar a aquella mujer. El que la mató, le dio veinte puñaladas, q…

El negro condenado a muerte


Read by Alba


Aquel negro había tenido la avilantez de amar a una blanca y eso, en la pulcra yanquilandia, no se perdona. Los jueces, que …

Los senos cuyo valor desconoce el dueño


Read by Alba


Nadie jamás había tocado sus senos. Habían tenido una perfecta seriedad en su pecho. Estaban reservados para que muries…

El sueño y la muerte


Read by Alba


Al sentirse envarado por el sueño y la muerte se apresuró a irse a la cama.   Quería saber quién iba a ll…

Sabe a mariposa


Read by Alba


LLegó a la gran bodega el supercatador, y cuando le dieron a probar el caldo rubio del jerez nuevo, dijo sin dubitación alguna…

No hay que pervertir los números


Read by Alba


Lo que más hace sufrir a los grandes matemáticos es que les perviertan los números. No les importa que no se sepan m…

El sueño del violinista


Read by Alba


Siempre había sido el sueño del gran violinista tocar debajo del agua para que se oyese arriba, creando los nenúfares …

Revolución


Read by Alba


Cuando la revolución está en su crepiteo más sangriento es cuando se oye gritar: —¡A matar los pavos reales! …

El que se los comió


Read by Alba


Parece que ha habido un hombre de instintos temerarios que se ha comido unos senos de mujer, como se comen unas naranjas sin mondarlas ni re…

La cleptómana de cucharillas


Read by Alba


Era poderosa y aristocrática, pero tenía la obsesión de las cucharillas.  Es esa una cleptomanía co…

Peor que el infierno


Read by Alba


¡Oh, la crueldad incomprensible, inadmisible! Le sentenció Dios a muchos miles de siglos de purgatorio porque si los hombres al…

El gato que vuela


Read by Alba


El gato que vuela no lo suelen ver más que los trasnochadores impenitentes, y eso si no pierden de vista la perspectiva de los tejado…

Greguerías


Read by Alba


Las greguerías son textos breves semejantes a aforismos, que generalmente constan de una sola frase expresada en una sola l&i…

La mano


Read by Alba


El doctor Alejo murió asesinado. Indudablemente murió estrangulado.   Nadie había entrado en la casa, indudableme…

El lector de reojo


Read by Alba


Al que lee nuestro diario de reojo no le importa que le miremos con estrábica iracundia. No es que seamos egoístas, es qu…

Verdadera falsa muerte de Calígula


Read by Alba


Calígula quizá no murió así, pero debió morir así. El bárbaro tetrarca -por ser tres veces …

Récord de viajero de avión


Read by Alba


Su locura era la de ser el turista aéreo que más viajes de ida y vuelta había hecho, visitando todos los aeropuertos de…

Senos. Las criadas


Read by Alba


Los senos de las criadas son senos que dan origen a sentimientos sordos y enconados. Son como animales domésticos, que corren po…

Los senos de verdadero Sévres


Read by Alba


En casa del anticuario apareció la fina mujer, cuya cintura se cimbreaba en la luz. —¿Qué desea? ¿Me trae alg&u…

Las jaurías de la luna


Read by Alba


Había tanta luna aquella noche, que la ciudad se había convertido en pueblo, y era penoso leer las largas casas enlunadas como…

La amante de Santiago


Read by Alba


Todos los amigos de Santiago estaban sorprendidos de aquella predilección suya por una mujer de aspecto tan vulgar. …

Diez millones de automóviles


Read by Alba


El orgullo de la gran ciudad se había cumplido por fin. Ya tenía diez millones de automóviles.   Casi nadie pasab…

Senos. Senos de viuda


Read by Alba


Los senos de viuda se abren en la negrura profundamente blancos. Parece que habían de ser blancos y negros, o el uno blanco y el ot…

El día 32


Read by Alba


Ya no van a quedar más hojas del almanaque. Era nuestra última fortuna. Dentro de un rato estaremos arruinados. …

La mano de mármol


Read by Alba


Presidía su mesa de despacho, siempre sobre los papeles, una mano de mármol, mano preciosa en la que los dedos se doblaban s…

Aparición del tritón


Read by Alba


La bella joven se reía tanto después del baño a la orilla del mar, que como la risa es la mayor provocadora de la curi…

Aquella muerta


Read by Alba


Aquella muerta me dijo: -¿No me conoces?... Pues me debías conocer... Has besado mi pelo en la trenza postiza de la otra.